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Eleison
Número
CDXLVI (446)
30
de enero de 2016
Por
Mons. Williamson
La música de Beethoven, en ráfaga por tres días,
debe conmocionar, consolar, iluminar y asombrar.
La música está gravemente malentendida y su poder seriamente
subestimado por los liberales. Son todavía suficientemente humanos como para
gozar de alguna u otra música, lógicamente algún tipo de basura – pero para ver
cuán mucho la música le importa a la gente, ¡simplemente traten de decirles que
la de ellos es basura! Pero, sea esto como sea, la ideología subjetivista de
los liberales según la cual el hombre es el dueño y señor de la realidad (hasta
e incluyendo a Dios Todopoderoso) les hace a ellos negar que haya alguna cosa
objetiva sobre la música. Entonces, para los liberales, no hay tal cosa como un
compositor usando ciertos medios para alcanzar ciertos fines, y no se puede
decir que una pieza o un tipo de música cualquiera es “mejor” que otra. La
música, dirán ellos, es puramente una cuestión del humor o gusto del oyente –
“La belleza está en los ojos de quien mira” y la música horriblemente
discordante es tan “buena” como la música más famosa del pasado.
Por supuesto, tales liberales están completamente equivocados. Un
proverbio Chino dice que “cuando la modalidad de la música cambia, las paredes
de la ciudad tiemblan”, una verdad ampliamente ilustrada por el advenimiento de
la música Rock en los 1950 y 1960. Platón conocía tan bien la influencia de la
música para bien o para mal que en su República ideal ciertos tipos de música
hubieran sido prohibidos. ¡Ay de los padres de hoy a quienes no les importa qué
música sus niños están escuchando! “Es solamente música”, dirán ellos y así
diciendo merecerán perder a sus niños que seguirán a los Flautistas de Hamelin
del Rock. La música es sumamente importante y es objetiva en su naturaleza –
¿no es sentido común que toda la música militar y no ninguna nana enfatizarán
el ritmo? Pero, ¿qué les importa a los liberales el sentido común? Hacen todo
lo posible para eliminarlo. Es demasiado real.
Un punto de inflexión mayor en tiempos modernos entre el
reconocimiento por parte de los hombres del orden objetivo de la realidad
plantado por Dios en todas Sus obras y el rechazo de ese orden, fue la
Revolución Francesa (1789–1794). Ya que la vida de Beethoven montó a horcajadas
esa Revolución y le dio a ella su excepcional expresión musical, algunas de sus
obras mejor conocidas pueden ser usadas para ilustrar claramente ciertas
verdades objetivas concernientes a la música. De Haydn y Mozart, él heredó el
orden objetivo del siglo 18vo. Para sus sucesores, fue
principalmente Beethoven quien legó el creciente desorden musical (no sin sus
bellezas) del siglo 19no, a ser seguido por el caos y la desintegración
musical (con excepciones) de la supuestamente “seria” música en los siglos 20mo y
21ro. Beethoven puede entonces bien ser llamado el abuelo o
bisabuelo del Rock. Tal afirmación puede conmocionar a muchos amantes de
Beethoven – cualifiquémosla enseguida, diciendo que se necesitó un gran músico
para lanzar la destrucción de la música.
Se aproxima rápidamente – Febrero 19 al 21 – la “Ráfaga de
Beethoven” que tendrá lugar aquí en Broadstairs desde el Viernes a las 18 horas
hasta el Domingo al mediodía. Un joven pianista estadounidense que puede leer a
la vista casi todas las 32 sonatas para piano y las versiones de Liszt de las
nueve sinfonías para piano a dos manos, ha ofrecido tocar tantas de las sonatas
como puedan tener cabida en un fin de semana, junto con extractos de las
sinfonías elegidas para ilustrar la naturaleza de la música y cómo Beethoven
opera. La idea de la “Ráfaga” se originó en pura autocomplacencia, pero luego
surgió la tentación de abrirla de par en par para quienquiera pueda gustar sea
simplemente escuchar la música (lo cual debe ser una fiesta en sí misma para
los amantes de Beethoven), sea hallar porqué los liberales están tan
equivocados, en música como en todo lo demás.
Así que si alguien está interesado además de los lectores que ya
se han anotado, que ellos vengan entre el tiempo mencionado arriba. Las posadas
de Broadstairs fuera de estación deben poder hallarse en el Internet y si nos
dejan saber cuando planean venir, podemos preparar almuerzo y cena en la casa.
En todas las cosas, que Dios sea servido.
Kyrie
eleison.