El análisis de Allan Bloom sobre la
música rock en El cierre de la mente moderna es
demoledor. Quizá sea excesivo afirmar, de toda la industria discográfica, que
«tiene toda la dignidad moral del tráfico de drogas», pero sin duda no lo es
asegurar que «es capitalismo perfecto, ya que abastece la demanda y ayuda a
crearla». Y en muchísimos casos sí han resultado ciertas las consecuencias que
describe: que un exceso de música rock desde la infancia condiciona (y
estropea) las primeras experiencias sensibles, que son las que determinan el
gusto durante toda la vida. A la observación de que muchos jóvenes acabarán
superando esta música o, al menos, la pasión exclusivista por ella, Allan Bloom
asiente pero a la vez señala que ya no podrán ya descubrir otras realidades más
ricas: «Mientras tienen puestos los cascos, no pueden oír lo que la gran
tradición tiene que decir. Y cuando, después de usarlos largo tiempo, se los
quitan, se encuentran con que están sordos».
Allan Bloom. El cierre de la mente moderna (The Closing of the American Mind, 1987). Barcelona: Plaza & Janés, 1989; 395 pp.; col. Hombre y Sociedad; prólogos de Saul Bellow y Salvador Giner; trad. de Adolfo Martín; ISBN: 840123008X.